Militar y político dominicano, presidente de la República en dos ocasiones Durante su segundo mandato en el país.
Ulises Heureaux
Iniciado En 1880, en el camino del poder respaldó al padre Fernando Arturo de Meriño
como candidato a la presidencia de la República, pasando a ser su ministro de
Interior y Policía, ejecutor, en ocasiones por cuenta propia, de las medidas de
fuerza que se creyeron necesarias para retener el poder, Al término del período de Meriño le sustituyó
como presidente de la República, respaldado
por el Partido Azul.
Hijo de Dasas Heureaux y Josefa Leves desde temprana edad fue entregado en adopción no legal y durante algún tiempo se llamó Hilarión. Al
ser reconocido legalmente por su padre, éste le dio el nombre de Ulises, Muy joven se sumó a las filas restauradoras,
donde estuvo al mando de diversos jefes incluido Gaspar Polanco, hasta caer bajo las
órdenes de Gregorio Luperón. Al lado de éste desempeñó las funciones de militar y político, aunque luego,
alcanzada la presidencia de la República, traicionaría los postulados de
Luperón.
Conocido popularmente como Lilís, asumió por primera vez la máxima
magistratura del Estado el 1 de septiembre de 1882 y abandonó el sillón
presidencial dos años más tarde, con la llegada al Palacio Nacional del
escritor Francisco Billina, a quien
el mismo lilis y otros le hicieron
imposible gobernar, Declarado defensor
del independentismo dominicano, lilis
gobernó en armonía con los dictados constitucionales durante su primer mandato.
Pero cuando accedió nuevamente a la presidencia, instauró un régimen
personalista que liquidó los principios democráticos, favoreció la corrupción y
dejó al país en bancarrota.
Para garantizar su continuismo,
estableció un sistema electoral de votaciones indirectas que justificaban una y
otra vez su reelección en el cargo, y así consiguió perpetuar su dictadura en
cuatro periodos de gobierno
consecutivos, entre 1887 hasta 1899.
Demostró una inusitada sagacidad
como estadista para seleccionar entre la clase política a todos aquellos personajes
que pudieran cumplir con eficacia los dictados de su administración. A su
servicio se pusieron líderes del Partido Rojo, cabecillas del Partido Azul y
seguidores de otras tendencias ideológicas que, formando parte del mismo bando,
garantizaban la estabilidad del gobierno y la consolidación de su presidente en
el cargo.
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